Cuando pensamos en un jardín, lo primero que se nos viene a la cabeza es en un amplio espacio lleno de verdor, plantas y muchas flores. Pero éste no es el caso de los jardines Zen.
La función principal de estos jardines japoneses fue la de relajar la mente y el espíritu de cualquier persona que lo mirase, contando con diversos tipos de elementos que crean una composición única.
BENEFICIOS:
Como los jardines Zen no tienen un tamaño determinado, puedes ubicarlos en casi cualquier parte de tu casa o apartamento ¡Incluyendo en las habitaciones!
Un jardín zen con arena que puedes peinar y piedras que puedes reorganizar tiene un efecto calmante, calmante y meditativo. Los jardines zen pequeños con vegetación sutil aportan una energía naturalmente relajante a cualquier habitación.
La razón más importante por la cual deberías considerar tener un jardín Zen en casa es la de poder compartir con la naturaleza.
El poder que ella nos transmite nos hace renovar energías y mantener nuestro espíritu saludable, teniendo desde materiales naturales, como la madera, hasta elementos naturales como el agua y las piedras para recibir sus energía y ser uno con la naturaleza.